Cada 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano (hemisferio norte), el día más largo del año, las organizaciones ecologistas celebran el Día Internacional del Sol con el objetivo de promocionar y apoyar las fuentes de energía renovable. Sus beneficios no solo se vinculan al equilibrio planetario o a nuestro equilibrio físico; sino que también influye en nuestra salud y puede movernos espiritual y emocionalmente (Planeta Vivo, 2018).